Si estás pensando en disponer de un coche sin la necesidad de comprarlo, es probable que hayas oído hablar de dos opciones muy comunes, renting de coches baratos y leasing de coches. Ambos servicios permiten acceder a un vehículo nuevo por un precio mensual fijo, pero existen diferencias clave que debes conocer antes de tomar una decisión. En este artículo, te explicaremos las principales diferencias entre estas dos alternativas, cómo afectan a factores como el kilometraje, la duración del contrato y los servicios incluidos. Al final, tendrás una visión clara para decidir cuál de estas opciones se adapta mejor a tus necesidades.
Como concesionario DURSAN, sabemos que elegir entre renting y leasing puede ser confuso, sobre todo si no estás familiarizado con las particularidades de cada opción. Así que, vamos a desglosar todo lo que necesitas saber para que tomes la mejor decisión.
El renting de coches baratos es un tipo de alquiler de modelos a largo plazo, donde pagas una cuota mensual fija que incluye una serie de servicios relacionados con el, como el mantenimiento, el seguro, impuestos y más. En este modelo, nunca serás propietario del modelo, pero puedes disfrutarlo durante el tiempo que dure el contrato, que suele ser entre 2 y 5 años.
Una de las mayores ventajas del renting es que te olvidas de los gastos imprevistos. Todo está incluido en la cuota, lo que te da una gran tranquilidad, sin necesidad de preocupar por los detalles de mantenimiento o seguros. Además, a menudo tienes la opción de cambiar de automóvil por otro más nuevo una vez finalizado el contrato.
Duración: Normalmente entre 2 y 5 años.
Servicios incluidos: Mantenimiento, seguro, asistencia en carretera, impuestos.
Kilometraje: Generalmente limitado a un cierto número de kilómetros al año.
Cuota mensual fija: Sabes exactamente cuánto vas a pagar cada mes.
Si buscas comodidad y flexibilidad, especialmente si te interesa tener uno nuevo sin complicarte con las gestiones de comprar coches de segunda mano.
El leasing es una opción de financiación en la que pagas una cuota mensual fija para utilizarlo durante un tiempo determinado, pero a diferencia del renting, al final del contrato tienes la opción de comprar el automóvil por un valor residual previamente acordado. Este modelo es ideal para quienes desean tener la opción de adquirirlo al final del contrato o para empresas que buscan deducir los pagos como parte de sus gastos fiscales.
A lo largo del contrato, el cliente asume la responsabilidad de ciertos gastos adicionales, como el mantenimiento y el seguro, aunque algunos contratos de leasing pueden incluir ciertos servicios extras. Al final del contrato, puedes optar por comprarlo o devolverlo.
Duración: También de 2 a 5 años.
Servicios incluidos: Generalmente no incluye mantenimiento ni seguros, aunque algunos contratos pueden ofrecer estas opciones a parte.
Kilometraje: Tiene limitaciones similares al renting, pero también se puede negociar en algunos casos.
Opción de compra: Al final del contrato, puedes quedarte con el pagando una cantidad acordada (valor residual).
El leasing es perfecto para aquellos que planean quedarse con el al final del contrato, o para empresas que necesitan una opción de financiación más flexible. Si no te interesa comprarlo después, el renting puede ser una opción más atractiva.
Renting: No eres propietario del coche. Al final del contrato, simplemente lo devuelves y si lo deseas, puedes renovar el contrato por otro nuevo.
Leasing: Puedes optar por comprar el coche al final del contrato pagando un valor residual. Si decides no comprarlo, lo devuelves.
Renting: Incluye todos los servicios necesarios, como mantenimiento, seguro a todo riesgo, asistencia en carretera, impuestos y más. Todo esto por una cuota fija mensual.
Leasing: Generalmente no incluye los servicios mencionados. El cliente es responsable de los gastos adicionales, como el mantenimiento y el seguro.
Renting: Los contratos de renting suelen incluir un límite de kilometraje anual. Si superas ese límite, tendrás que pagar una penalización. Este límite puede variar según el contrato y la empresa.
Leasing: También tiene limitaciones de kilometraje, pero suelen ser más flexibles que en el renting. Algunas veces es posible negociar el límite de kilometraje según las necesidades del cliente.
Renting: Los contratos de renting son más flexibles y, generalmente, de una duración más corta, ideal para quienes no quieren comprometerse a largo plazo con un vehículo.
Leasing: Los contratos de leasing suelen ser más largos, entre 2 y 5 años, y están pensados para quienes deseen adquirirlo al final del contrato.
Renting: No tienes la opción de comprarlo al final del contrato. Siempre es devuelto a la empresa de renting.
Leasing: Al final del contrato, puedes comprar el vehículo por un precio acordado al inicio del contrato, lo que te da la opción de quedártelo.
Comodidad: Todos los servicios incluidos en una cuota mensual fija.
Flexibilidad: Posibilidad de cambiar al final del contrato.
Menos riesgos: No tienes que preocuparte por el valor residual o por venderlo más tarde.
No hay opción de compra: Al final del contrato, el vehículo no es tuyo.
Kilometraje limitado: Si superas el límite de kilometraje, te pueden imponer penalizaciones.
Opción de compra: Puedes quedarte con el si lo deseas.
Ideal para empresas: Los pagos del leasing pueden ser deducidos fiscalmente.
Menor coste mensual: A menudo, las cuotas de leasing son más bajas que las del renting.
Gastos adicionales: Tienes que cubrir el mantenimiento y el seguro.
Compromiso a largo plazo: El leasing es más adecuado para quienes desean un compromiso a largo plazo con el vehículo.
En el renting, cambiar de coche es más fácil, ya que al finalizar el contrato, puedes renovar el servicio con uno nuevo. En el leasing, es menos frecuente, ya que el contrato está orientado a la opción de compra.
El leasing suele tener cuotas mensuales más bajas que el renting de modelos baratos, pero el leasing no incluye servicios como el mantenimiento o el seguro, lo que puede hacer que, a largo plazo, sea más costoso.
Sí, tanto en renting de ocasión como en leasing de ocasión, puedes encontrar opciones más económicas con vehículos que están en excelente estado. Estas opciones son perfectas para quienes buscan ahorrar sin renunciar a la calidad.
Elegir entre renting baratos y leasing depende principalmente de tus necesidades y de lo que busques a largo plazo. Si prefieres comodidad, flexibilidad y tener siempre uno nuevo sin preocuparte por los gastos adicionales, el renting es probablemente la mejor opción. Por otro lado, si tienes intención de quedarte con el vehículo al final del contrato o si eres una empresa que busca beneficios fiscales, el leasing podría ser más adecuado para ti.
Si tienes más preguntas sobre renting de ocasión o leasing de ocasión, en Dursan podemos ayudarte a encontrar la opción que mejor se ajuste a tu presupuesto y necesidades. ¡No dudes en contactarnos! Vive la experiencia Dursan.