En concreto, en los vehículos de ocasión, los principales impuestos que nos afectan son los siguientes:
-Impuesto del IVA. La compra de automóviles está gravada con el 21% de IVA. En el caso de los vehículos de segunda mano también están gravados con el IVA pero con alguna diferencia, ya que, por norma general, un vehículo usado no está gravado por el IVA salvo que la compraventa se realice con un profesional y, en este caso, recae sobre dicho profesional.
-Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP). En función de tu comunidad autónoma, varía entre el 4 y el 8%. Se aplica sobre el valor establecido en la compraventa (siempre y cuando éste no sea inferior al establecido en las tablas de valoración elaboradas por Hacienda) y recae sobre el comprador.
-Impuesto de Matriculación. Solo habría que aplicarlo cuando el vehículo se matricula por primera vez en España. Por lo que, en la mayoría de los casos, no tendrías que hacer frente a él.
-Impuesto Municipal sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IMVTM). El famoso impuesto de circulación se abona todos los años y varía en función de la potencia fiscal del vehículo. El importe del mismo lo establece el ayuntamiento donde residas, por lo que puede haber grandes diferencias en función de tu residencia.
Es importante que sepas que, si vendes o compras un vehículo usado, el obligado al pago del impuesto es quien fuera el propietario del vehículo el día 1 de enero del año de la transmisión.
-Impuesto Hidrocarburos. Este tipo de impuestos, que es de tipo indirecto, grava el consumo de todo tipo de hidrocarburos, gasolina, gasoil, gas licuado de petróleo (GLP) o gas natural comprimido (GNC). Los carburantes están gravados con el IVA como con un impuesto especial.