El aceite del motor es el encargado de mantener las piezas móviles que intervienen en el proceso de combustión y funcionamiento del motor refrigeradas, de forma que la falta de aceite en el motor provocaría que el bloque que engloba el motor se funda en pocos segundos.
En definitiva, el aceite es el encargado de mantener una temperatura equilibrada en la zona del motor, por ello es de vital importancia llevar un seguimiento y cambiar el aceite después de un kilometraje marcado por el fabricante.
De esta forma, es recomendable elegir bien el aceite que más se adapte al funcionamiento de nuestro coche, combinándolo con un buen mantenimiento de este y de la misma forma con el filtro, encargado de filtrar el lubricante y retirar las partículas metálicas de la circulación.
TIPOS DE ACEITE
Una vez que se tiene en cuenta la importancia del aceite y el mantenimiento del filtro, debemos tener en cuenta que existen dos tipos de aceite: sintéticos y minerales.
En respuesta a nuestra pregunta ¿aceite mineral o sintético?
Bien, lo ideal es que si el coche del que disponemos es nuevo, lo más recomendable es utilizar un aceite sintético
Cada motor tiene unas especificaciones, por lo que es posible que tu coche necesite un tipo de aceite más que el otro.
Lo ideal es utilizar el aceite recomendado por el fabricante para evitar cualquier tipo de problema.
Lo que hay que tener en cuenta a la hora de escoger el aceite adecuado para tu vehículo es el grado de viscosidad, que suelen oscilar entre 0 y 50
Los aceites de motor de baja viscosidad por lo general son los «0W» y «5W». También hay 10W, 15W y 20W pero conforme aumentamos la “W” nos metemos en la zona de los aceites de motor de mayor viscosidad y por lo tanto, más adecuados para el funcionamiento a altas temperaturas
Una vez elegido el tipo de aceite, debemos fijarnos en el SAE y en los API que recomienda el fabricante para elegir un aceite u otro.
La API es un indicador estándar de la calidad del aceite que lo describe por dos letras consecutivas. La primera indica el tipo de motor al que va destinado, básicamente gasolina (S) o diésel (C). La segunda indica la calidad y, según sea más avanzada en el alfabeto, mayor será la calidad. Ojo porque esto es importante, un aceite con un marcador API erróneo nos puede estropear el motor.
