Como hemos visto, la
inspección técnica de nuestros vehículos es cada vez más
escrupulosa.
A lo mencionado anteriormente, podemos sumarle que si realizamos la
inspección técnica de nuestro vehículo, resulta
desfavorable y decidimos continuar circulando con normalidad sin solucionar los fallos, la multa será de 200€. En este escenario, lo que deberíamos hacer sería reparar los defectos de nuestro vehículo en un plazo de dos meses, sin moverlo para nada más que para llevarlo al taller.
Por otro lado, si los desperfectos de nuestro vehículo son tan graves que, al acudir a nuestra inspección técnica, no se nos permite abandonar el centro de ITV, se nos aplicará una multa de
500€.
Ante tanta exigencia, un pequeño balón de oxígeno: en el pasado, cuando rechazaban la ITV de nuestro vehículo nos obligaban a repetir el examen en la misma estación. Ahora se flexibiliza en este aspecto, pudiendo elegir el centro donde acudir a repetir la prueba en un plazo de un mes.
Además, las estaciones de
ITV dispondrán de nuevos dispositivos de lectura del
sistema de diagnóstico a bordo (OBD) para comprobar la emisión de gases.
Por último, los titulares de los vehículos más despistados podrán estar algo más tranquilos. Si olvidan el
permiso de circulación, se podrán comprobar los datos por medio del
Registro General de Vehículos de la Dirección General de Tráfico (DGT).